Todos vigilados: siete mil millones de sospechosos

Con el pretexto de luchar contra el terrorismo o la delincuencia, las grandes potencias se han embarcado en una peligrosa carrera de tecnologías de vigilancia.

Con el pretexto de luchar contra el terrorismo o la delincuencia, las grandes potencias se han embarcado en una peligrosa carrera de tecnologías de vigilancia.

Cámaras de reconocimiento facial, detectores de emociones, sistemas de calificación ciudadana, drones autónomos… Una obsesión por la seguridad que en algunos países está dando lugar a una nueva forma de régimen político: el totalitarismo numérico. La pesadilla de Orwell.

En los últimos años, ha habido un creciente debate en torno a la vigilancia masiva y la privacidad en la era digital. Con el avance de la tecnología y la recopilación masiva de datos por parte de gobiernos y corporaciones, ha surgido una preocupación acerca de cómo se utilizan esos datos y cómo afecta a la privacidad de las personas.

“De China a Estados Unidos, de Tel Aviv a Londres o Washington: este documental muestra por primera vez cómo los Estados de todo el mundo están inmersos en una peligrosa carrera en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia, utilizando tecnologías de vigilancia cada vez más novedosas. La obsesión por la la seguridad está dando lugar a un nuevo tipo de régimen: el totalitarismo digital.”