Cartera digital europea, ID Wallet, que incluirá moneda digital, datos personales (sanitarios, vacunación) y consumo de bienes y productos, relacionado con la huella de carbono.
Aún se puede parar en la votación que se tiene que celebrar en el Parlamento Europeo.
La ciudad de Londres está luchando por agregar medidas de seguridad después de que las autoridades no lograran impedir que los ciudadanos retiraran y boicotearan las cámaras de vigilancia.
Transport for London (TfL), el departamento de transporte de la ciudad, está instalando miles de cámaras de vigilancia impulsadas por inteligencia artificial para ayudar a hacer cumplir las zonas de emisiones ultrabajas (ULEZ) del alcalde de Londres, Sadiq Khan.
ULEZ son areas de Londres a las que solo pueden acceder los vehículos de bajas emisiones. A los autos que no cumplen con los estándares ambientales de la ciudad se les cobra £12.50 ($16) por ingresar a ULEZ. Las cámaras de reconocimiento automático de matrículas (ANPR) ubicadas alrededor de las zonas leen las matrículas y las comparan con la marca y el modelo de los vehículos en tiempo real. Si un vehículo no cumple con el límite ambiental, la multa se impone al propietario del automóvil. La falta de pago puede dar lugar a multas de hasta £258 ($331).
Casi la mitad de los residentes de Londres — más de cuatro millones de personas — ahora viven en ULEZ, que abarcan las carreteras circulares norte y sur. Para el 29 de agosto de este año, ULEZ se expandirá para abarcar todos los distritos de Londres, provocando fuertes protestas de los residentes.
Hasta ahora se han instalado aproximadamente 1.900 cámaras ANPR y el alcalde Khan planea instalar cientos más en las afueras de Londres. Además de vigilar a los infractores de ULEZ, TfL dice que sirven como cámaras de seguridad para que las autoridades “prevengan y detecten delitos”.
El mandato climático de Khan ha provocado un creciente malestar en la ciudad. Muchos londinenses se niegan a pagar las multas climáticas de ULEZ, resistiéndose a cientos de miles de libras en multas. Incluso algunos municipios se han sumado a la revuelta y notificaron al alcalde Khan que no permitirán que TfL instale carteles o cámaras de ULEZ en sus jurisdicciones. Un veterano británico fue noticia por iniciar una huelga de hambre de siete días para protestar contra el mandato.
Pero en julio, al menos 200 cámaras fueron robadas o destrozadas por un grupo de activistas ciudadanos que se hacen llamar Blade Runners. Según Daily Mail, han prometido no descansar hasta que todas esas cámaras sean retiradas o destruidas “pase lo que pase”.
Desde entonces, TfL se ha negado a actualizar el número de cámaras destrozadas.
Mientras tanto, la ciudad ha comenzado a colocar cajas negras alrededor de los cables de las cámaras para protegerlas de ser retiradas.
“El vandalismo en nuestra red es inaceptable y todos los incidentes se denuncian a la policía para su investigación”, dijo TfL en un comunicado. “’Hemos aumentado la seguridad de las cámaras de ULEZ tras nuevos incidentes de vandalismo y robo. Met ha sido clara en que se trata de vandalismo contra la propiedad del gobierno y es un delito penal que podría dar lugar a un proceso judicial”.
Cualquiera que sea sorprendido destrozando una cámara podría pasar hasta cuatro años de cárcel.
Un supuesto Blade Runner dijo: “En términos de daños, es mucho más de lo que [Khan y TfL] han declarado. Son al menos un par de cientos.
“Recortar, dañar con martillos, pintar, inutilizar a nivel de circuito y retirar. Se desatornillan y se recortan. Las herramientas que usan para instalarlas son las que usamos nosotros para eliminarlas. No queremos esto. Es una forma de tratar de. . . restringir nuestros movimientos. Que se j**an. No sucederá porque no hemos hecho nada para merecerlo”.
Ciudadanos de Londres están quitando las cámaras de las “zonas de emisión ultra baja” instaladas para identificar y multar a todos aquellos que circulen con vehículos no eléctricos.
Los activistas, que han sido apodados como ‘Blade Runners’, han eliminado cientos de cámaras.
Así de bonitas y prácticas son las ciudades inteligentes, las venden como la gran maravilla, pero serán jaulas de oro donde imperará el control absoluto. Quieren expulsar a la gente del campo y desplazarnos a esas ciudades, para ello hay que arruinar el sector primario. Maui, Kolona y Tenerife son las islas elegidas como piloto, por eso los devastadores incendios. Defender lo rural, apoyar al sector primario sin fisuras será nuestra ultima trinchera, si la tierra da, nosotros seremos
Con el pretexto de luchar contra el terrorismo o la delincuencia, las grandes potencias se han embarcado en una peligrosa carrera de tecnologías de vigilancia.
Cámaras de reconocimiento facial, detectores de emociones, sistemas de calificación ciudadana, drones autónomos… Una obsesión por la seguridad que en algunos países está dando lugar a una nueva forma de régimen político: el totalitarismo numérico. La pesadilla de Orwell.
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