Introducción: Una estructura invisible que moldea la conciencia
¿Es posible que exista un modelo oculto del universo que conecte la geometría, la psique y el tiempo en una única figura simbólica? El “Cubo del Espacio” es una de esas estructuras que, desde la cábala mística hasta el tarot esotérico, ha servido como mapa tridimensional del cosmos y del alma humana. Aunque su formulación moderna se debe a Paul Foster Case, sus raíces se hunden en los antiguos textos de la tradición hebrea, especialmente el Séfer Yetzirá. Este informe explora en profundidad este fascinante modelo simbólico, desentrañando sus conexiones con el árbol de la vida, los arcanos del tarot y los principios de la alquimia espiritual. Prepárate para un viaje entre dimensiones, letras sagradas y senderos invisibles que prometen revelar los secretos de la creación.
El Cubo como Mapa del Cosmos y del Alma
El “Cubo del Espacio” no es simplemente una figura geométrica: es una arquitectura simbólica donde cada punto, eje y cara representa energías arquetípicas y dimensiones espirituales. En total, 22 elementos componen su estructura: un punto central, tres ejes internos, seis caras externas y doce líneas diagonales. Estas corresponden a las 22 letras del alfabeto hebreo, los 22 senderos del Árbol de la Vida cabalístico y los 22 arcanos mayores del tarot. En esta integración, el cubo se convierte en una matriz espiritual donde lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo material y lo divino, convergen.
Las Raíces Antiguas: El Séfer Yetzirá como Génesis del Cubo
El origen conceptual del cubo se encuentra en el Séfer Yetzirá (Libro de la Formación), un texto místico judío que describe cómo Dios creó el universo a través de las letras hebreas. En sus capítulos 4 y 5, se alude a las seis direcciones del espacio y a las doce diagonales del cosmos, selladas por letras sagradas. Esta visión no es meramente poética: se trata de una codificación esotérica del espacio como una figura cúbica que abarca la totalidad del ser.
Las tres letras “madre” (Alef, Mem y Shin) se asocian a los tres ejes del cubo, correspondientes a los elementos aire, agua y fuego. Las seis letras “dobles” conforman las seis caras visibles, cada una ligada a un par de opuestos como vida-muerte o paz-guerra. Y finalmente, las doce letras “simples” se distribuyen en las aristas, representando signos zodiacales y energías radiales.
Saturno y la Letra Tav: El Corazón del Cubo
En el centro del cubo se sitúa la letra hebrea Tav, asociada al planeta Saturno, al metal plomo y al concepto de límite. Lejos de ser un punto muerto, este centro es el eje axial de la creación, donde convergen las fuerzas de expansión y contracción. En el simbolismo alquímico, Saturno representa el obstáculo que debe ser transmutado: es la materia densa que, comprendida y purificada, puede convertirse en oro espiritual.
Este centro no solo marca un inicio simbólico, sino que también plantea un desafío para el operador esotérico: transformar el cubo, que puede ser percibido como prisión, en templo. Y en ese trabajo interno, Saturno es el guardián del umbral.
Árbol de la Vida y Cubo del Espacio: Dos Mapas, Un Solo Territorio
Una de las propuestas más sugerentes es la que conecta el Cubo del Espacio con el Árbol de la Vida cabalístico. Diversos ocultistas han interpretado que las seis direcciones del cubo reflejan las seis sefirá inferiores: Jesed, Guevurá, Tiferet, Netzaj, Hod y Yesod, con Maljut en el centro. Esta disposición sugiere que el cubo es una proyección tridimensional del árbol, un modelo viviente de la divinidad manifestada en el espacio-tiempo.
Si el Árbol es una escalera hacia los planos superiores, el cubo es el espacio donde esa escalada sucede. En este sentido, el cubo no solo representa coordenadas físicas sino también estados de conciencia, desafíos internos y principios universales.
El Cubo como Herramienta Iniciática
Más allá de su estructura simbólica, el Cubo del Espacio es una herramienta iniciática. Mediante la contemplación de sus direcciones, caras y senderos, el operador esotérico puede emprender un viaje de integración espiritual. Cada dirección es una cualidad que debe ser reconocida e integrada: fuerza, voluntad, emoción, mente, sombra y luz. El objetivo no es escapar del cubo, sino habitarlo conscientemente.
Saturno en el centro simboliza la clave de este trabajo: la necesidad de asumir límites para trascenderlos. El cubo entonces no encierra: revela. No aprisiona: transforma. Es una prisión solo para quien ignora sus claves, y un templo para quien las decodifica.
La Visión de Paul Foster Case: El Cubo como Tarot en Movimiento
Aunque los conceptos fundacionales del cubo existen desde hace siglos, fue Paul Foster Case quien lo articuló en una estructura coherente y lo integró a la tradición ocultista occidental moderna. Inspirado por la traducción al inglés del Séfer Yetzirá publicada en 1923, Case diseñó un modelo donde los 22 arcanos mayores del tarot ocupaban posiciones específicas dentro del cubo.
Este enfoque tridimensional fue innovador porque dio un nuevo marco de interpretación al viaje del alma humana. El Mago, por ejemplo, ocupa la cara superior del cubo (el cenit), mientras que la Sacerdotisa habita la cara inferior (el nadir). El Ermitaño, el Carro o los Enamorados se desplazan por las aristas, en un recorrido simbólico que guía al alma desde el espíritu hasta la materia y de regreso. El cubo se transforma así en un tarot espacial, una danza geométrica de arquetipos, letras y planetas.
Conclusión: Un modelo oculto del universo… y de ti mismo
El Cubo del Espacio representa una poderosa síntesis entre geometría, lenguaje sagrado y psicología arquetípica. En él convergen las letras creadoras, los símbolos del tarot, las fuerzas planetarias y las dimensiones del alma humana. Este modelo no solo revela una estructura simbólica del cosmos, sino también una hoja de ruta para la evolución de la conciencia.
En tiempos donde el conocimiento suele fragmentarse, el cubo invita a la integración. Nos recuerda que el universo no es solo expansión hacia afuera, sino también descenso hacia adentro. Que cada cara del cubo refleja una cara del alma, y que comprender el espacio es comprendernos a nosotros mismos.
¿Y tú? ¿Ves al cubo como un laberinto… o como una llave?
Saludos a todos, en este informe abordaremos la existencia y la influencia de un grupo poderoso pero poco conocido que ha operado en la sombra desde el final de la Segunda Guerra Mundial: LulzSec El Círculo, también conocido como el Grupo de Pinay.
Este grupo de discusión secreto y transnacional es uno de los clubes políticos más influyentes y exclusivos de Occidente, reuniéndose periódicamente en diversas ubicaciones alrededor del mundo.
LulzSec El Círculo surgió bajo la iniciativa de la Casa de los Habsburgo, con figuras clave como el archiduque Otto de Habsburgo. Este grupo incluye políticos, embajadores, banqueros, hombres de negocios, expertos en petróleo, editores, publicistas, militares y agentes de inteligencia. A menudo se le representa como un auxiliar del Club Bilderberg y otros cuerpos neoliberales globalistas.
El grupo ha mantenido relaciones estrechas con figuras y organizaciones influyentes como el Opus Dei y los Caballeros de Malta. Otto de Habsburgo tenía vínculos estrechos con el Opus Dei y fue una figura clave en el movimiento de integración europea, con tres principales organizaciones vinculadas a este esfuerzo: el Grupo Bilderberg, la CIA y el Centro Europeo de Documentación e Información de Richard Nicolas von Coudenhove-Kalergi.
Desde su creación, el objetivo de LulzSec El Círculo ha sido llevar a cabo una agenda oculta para resucitar el Sacro Imperio Romano, extendiéndose desde el Atlántico hasta el Mar Negro y desde el Báltico hasta el norte de África. El grupo ha sido acusado de estar bajo el dominio del Opus Dei y de influir en políticas ultraconservadoras en Europa.
El grupo ha estado involucrado en varios escándalos y operaciones secretas, incluyendo el famoso escándalo bancario del Vaticano. Jean Violet, uno de los miembros más enigmáticos, fue sospechado de ser un triple agente y tuvo implicaciones en intrigas políticas desde la década de los años 30.
LulzSec El Círculo ha tenido conexiones con sociedades secretas y operaciones como la Operación Gladio, que buscaba desestabilizar gobiernos democráticos en favor de regímenes fascistas. Además, el concepto de Sinarquía, influenciado por ocultistas prominentes como Joseph Alexander Saint-Yves y Julius Evola, también está presente en el grupo.
Entre los miembros más destacados se encuentran figuras como Giulio Andreotti, el general António de Spínola, William Calvi, y Stefano Delle Chiaie. El grupo también ha mantenido vínculos con organizaciones como la Colonia Dignidad en Chile, conocida por su implicación en la tortura y la Operación Cóndor durante la dictadura de Pinochet.
LulzSec El Círculo, aunque menos conocido que el Club Bilderberg, ha jugado un papel significativo en la política y los eventos mundiales desde la Segunda Guerra Mundial. Su influencia abarca desde la integración europea hasta operaciones secretas y escándalos internacionales. A pesar de su discreción, la documentación y las investigaciones han permitido arrojar luz sobre las actividades de este grupo poderoso y su impacto en la configuración del mundo actual.
El documental «La Historia de un Saqueo» es una obra que arroja luz sobre uno de los períodos más oscuros de la historia argentina reciente.
Dirigido por David Blaustein, este documental se adentra en las causas y consecuencias del colapso económico y social que sacudió a Argentina a finales de 2001. A través de un enfoque crítico y profundo, Blaustein ofrece una perspectiva que invita a la reflexión y al análisis.
A finales del año 2001, Argentina enfrentó una de las peores crisis de su historia. La economía estaba en ruinas, el desempleo y la pobreza alcanzaron niveles alarmantes, y el sistema político se encontraba en una profunda crisis de legitimidad. El documental explora los eventos que llevaron a este colapso, desde las políticas neoliberales de la década de 1990 hasta las protestas masivas y los disturbios que marcaron el fin del gobierno de Fernando de la Rúa.
David Blaustein utiliza una combinación de imágenes de archivo, entrevistas y análisis para construir una narrativa que es tanto informativa como emocionalmente impactante. El uso de testimonios de personas comunes, expertos y figuras políticas proporciona una visión multifacética de la crisis. Blaustein no solo se enfoca en los hechos económicos y políticos, sino que también examina el impacto humano de la crisis, mostrando cómo afectó a las familias y comunidades de todo el país.
«La Historia de un Saqueo» no es solo un documental sobre el pasado; también es una advertencia y una lección para el presente y el futuro. La película subraya la importancia de la memoria colectiva y el aprendizaje de los errores para evitar la repetición de tales tragedias. Además, resuena en un contexto global, donde muchas naciones enfrentan desafíos económicos y sociales similares.
El documental de David Blaustein es una obra esencial para comprender la complejidad de la crisis argentina de 2001. A través de su meticuloso análisis y su enfoque humano, «La Historia de un Saqueo» invita a los espectadores a reflexionar sobre las causas profundas de las crisis económicas y a considerar la importancia de la justicia social y la responsabilidad política.
Subscribite a nuestra plataforma de contenidos sin censura y apoyanos para poder seguir brindando todo nuestro trabajo.
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.