Estas organizaciones, que derivan su poder de los sistemas político, militar y religioso, operan en secreto y se cree que reciben instrucciones directas de entidades malévolas.
El plan de estas sociedades no solo busca esclavizar físicamente a la humanidad, sino también limitar la conciencia de los individuos a través de un adoctrinamiento global que comienza en la infancia. Organizaciones como la masonería y los Illuminati, aunque famosas, son solo la punta del iceberg de una orden mucho más antigua, los Jesuitas, quienes han infiltrado cada aspecto de la vida pública y privada de las naciones.
Los Jesuitas, conocidos por su apariencia de santidad y votos de pobreza, han utilizado estas máscaras para ocultar su verdadero propósito: terminar con la libertad de conciencia. Han extendido su influencia a través de juramentos de iniciación que comprometen a cada miembro a eliminar cualquier forma de libertad, utilizando cualquier medio necesario. Hoy, su poder es tan vasto que parece imposible detener su influencia.
Durante décadas, una estructura de control ha sido construida alrededor nuestro sin que nos demos cuenta. Las ciudades han sido transformadas en prisiones modernas donde la dependencia del mercado es total. La falta de autosuficiencia en la producción de alimentos y energía nos ha dejado vulnerables a un caos inminente, con grandes urbes que se convertirán en campos de batalla debido al desabastecimiento.
El control no se detiene en lo físico; se extiende a través de químicos en el agua y el aire, ondas electromagnéticas y alimentos procesados, todo diseñado para minar nuestra salud física y mental. Es necesario liberarse de este sistema opresor, como lo anunciaron los antiguos oráculos hebreos.
Uno de los grandes objetivos de la élite gobernante es destruir los lazos familiares. Movimientos como el feminismo y el movimiento gay, financiados por familias poderosas como los Rockefeller, buscan disolver el núcleo familiar y reemplazar los lazos de amor y pertenencia por una obediencia al sistema colectivo.
Grandes eventos históricos como la Revolución Francesa, las Guerras Mundiales y la Guerra Fría fueron planeados para responder a los intereses de la élite banquera y petrolera. Incluso atentados y asesinatos famosos fueron premeditados por esta misma élite. La creación de organismos como la CIA y el FBI también forma parte de este plan al igual que todas las agencias de inteligencia. El tema es largo y da para mucho pero con este video informe solo queremos dar un punta pie inicial.
Aunque se han levantado movimientos en contra del Nuevo Orden Mundial, es crucial no aceptar una mezcla de verdad y error en esta lucha. El destino eterno de la humanidad está en juego, y debemos combatir la corrupción con integridad, la mentira con verdad y la violencia con amor.
Finalmente, el mensaje es claro: el mundo se enfrenta a un acontecimiento sin precedentes, donde los juicios divinos y la liberación final serán una realidad. Es el tiempo de buscar al Creador para ser verdaderamente libres.
La tercera guerra mundial ya empezó hace tiempo “afirma analista de geopolítica y medios, que señala que está siendo de una manera más moderna que en la primera y en la segunda Guerra Mundial.
En este momento, prácticamente el mundo entero se encuentra en una escala y ataques a la población.”
“Asía utiliza unos movimientos muy diferentes a los occidentales”, estos están alargando la situación porque ya han ganado y ahora sólo tienen que esperar, mientras que EEUU y Europa ya ha perdido y están buscando un pacto más favorable.
“Europa es la gran víctima del mundo anglosajón” afirma. Ucrania tiene una doble guerra porque está siendo una guerra civil y una guerra proxi, donde ha habido una intervención EEUU debido al uso de armamento que el soldado de a pie ucraniano no podría usar, está siendo una guerra de la OTAN contra Rusia.
La idea de que la Tercera Guerra Mundial no solo ha comenzado, sino que se está librando de manera muy diferente a los conflictos bélicos tradicionales, es una teoría que está ganando adeptos entre los analistas de geopolítica.
Según expertos en la materia, esta guerra no se caracteriza por las batallas campales o bombardeos masivos que definieron a las dos guerras mundiales anteriores, sino que se está llevando a cabo a través de medios tecnológicos, económicos, y psicológicos, afectando directamente a la población civil a una escala global.
Una de las características distintivas de este nuevo tipo de conflicto es la diferencia en las estrategias utilizadas por Asia y Occidente. Mientras que países como China y Rusia parecen emplear tácticas de guerra híbrida, incluyendo ciberataques, propaganda y guerra económica para extender su influencia sin recurrir al conflicto armado directo, Estados Unidos y Europa parecen estar en una posición defensiva. Según algunos analistas, Occidente ya ha perdido en ciertos frentes y busca ahora negociar condiciones que puedan mitigar las consecuencias de esta derrota prolongada.
Otro punto que surge en las discusiones es el papel de Europa como una especie de “víctima” de las ambiciones del mundo anglosajón, especialmente en el contexto del conflicto en Ucrania. Este país, que se encuentra en el límite de las esferas de influencia de Rusia y Occidente, está experimentando una doble guerra: una interna, que puede ser vista como una guerra civil, y otra externa, que ha escalado a un conflicto proxi entre la OTAN y Rusia. La presencia de armamento avanzado, que supuestamente supera la capacidad de las fuerzas armadas ucranianas, sugiere una fuerte intervención de Estados Unidos y sus aliados.
El impacto de este tipo de guerra es vasto y se siente en la economía, la seguridad, la política interna de los países involucrados, y la estabilidad global. La guerra económica, por ejemplo, se manifiesta en sanciones, tarifas y la lucha por el control de recursos esenciales como la energía y las materias primas. La guerra cibernética y la desinformación juegan un papel crucial en la manipulación de la opinión pública y la desestabilización de gobiernos.
Este tipo de análisis nos lleva a reconsiderar lo que entendemos por “guerra” en el siglo XXI y cómo las naciones pueden protegerse de amenazas que son menos visibles pero igualmente destructivas. La necesidad de una nueva diplomacia y estrategias de defensa es imperativa en este contexto de guerra no convencional donde los frentes de batalla son omnipresentes y omnipotentes.
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.
