En un mundo donde el poder se oculta detrás de cortinas impenetrables, las élites globales sueñan con una nueva estructura social. Un mundo donde las fronteras desaparecen, y solo dos clases sociales dominan: los gobernantes y los sirvientes. En este informe exclusivo, exploraremos cómo esos planes pueden estar más cerca de lo que creemos, y cómo el futuro distópico que imaginamos puede estar construyéndose, paso a paso, ante nuestros propios ojos.
En este relato de control total, las personas ya no tendrían derechos individuales. La vida en las megaciudades sería un regalo de los poderosos, donde los más obedientes serían recompensados con acceso a recursos. Aquellos que se atrevan a oponerse serían castigados, condenados a la marginación o, en el peor de los casos, a ser expulsados del sistema y dejados a su suerte en los suburbios.
Este nuevo orden sería respaldado por un gobierno único, con un sistema judicial global y fuerzas policiales unificadas que harían cumplir las leyes en cada rincón del planeta. Ya no existirían países ni diferencias nacionales. Solo habría una estructura de poder centralizada, que manejaría cada aspecto de la vida, desde lo que comemos hasta lo que pensamos. En este nuevo mundo, los matrimonios y las familias tradicionales dejarían de existir. Los hijos serían criados por el Estado, adoctrinados desde su nacimiento para amar y servir al gobierno que, según la narrativa oficial, salvó a la humanidad de su colapso.
Este control no se limitaría a lo social. La economía también sería rediseñada. El dinero, como lo conocemos hoy, desaparecería. En su lugar, habría una moneda digital controlada por el Estado. Las recompensas económicas no se basarían en el trabajo o el mérito, sino en el nivel de obediencia al sistema. Y aquellos que no cumplan con las reglas serían castigados, no solo con la pobreza, sino con la exclusión total de la sociedad.
Parece una trama de ciencia ficción, pero las señales de este posible futuro ya están aquí. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, donde la Inteligencia Artificial y la robótica se convierten en pilares de la producción, es fácil imaginar cómo un sistema tan centralizado y controlado podría surgir. La pregunta que queda en el aire es: ¿estamos preparados para aceptarlo? ¿Podría la humanidad sacrificar su libertad en nombre de una falsa seguridad y comodidades superficiales?
Mientras observamos cómo las tensiones globales crecen y las élites parecen concentrar cada vez más poder en sus manos, no podemos evitar preguntarnos si este futuro distópico ya está en marcha, disfrazado de promesas de paz, estabilidad y bienestar para todos. ¿Estamos siendo guiados, paso a paso, hacia una sociedad donde nuestras libertades más básicas son reemplazadas por una vida predefinida por un gobierno todopoderoso?
Este informe no tiene todas las respuestas, pero las preguntas que plantea son cruciales. Como ciudadanos del mundo, debemos permanecer alerta. El destino de nuestra sociedad está en juego.
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Filtran imágenes de un ritual de la logia Bohemian Grove, esta semana, en su encuentro anual de 2024. La misma reúne en los bosques de California a 2000 miembros entre influyentes políticos y poderosos empresarios.
Cada año, a mediados de julio, el Bohemian Grove alberga un campamento de más de dos semanas con algunas de las personalidades masculinas más destacadas del mundo.
Encuentro estilo Club Bilderberg, con el añadido de alto contenido en rituales.
Fue rodada en canada y aborda la conspiración desde un costado muy particular.
Cuenta con los actores Aaron Poole, James Gilbert, Alan C. Peterson y Julian Richings.
Después de ver un video en línea que se burla de un teórico de la conspiración local, los cineastas Aaron y Jim deciden hacer un documental sobre él. El hombre, Terrance G., acepta mostrarles los diversos recortes de periódicos que ha recopilado y que utiliza para establecer conexiones entre eventos históricos significativos, incluida la Primera Guerra Mundial y los ataques del 11 de septiembre. Impresionado con la profundidad de su investigación, Aaron comienza a simpatizar con Terrance, mientras que Jim se muestra escéptico.
Durante una entrevista, Terrance se agita y señala a un hombre que cree que lo sigue. Poco después, Terrance desaparece sin dejar rastro. Preocupados, Aaron y Jim regresan a su apartamento, que está siendo vaciado. Aaron logra salvar los recortes de periódico. Cuando irrumpen en su casa, Aaron se muda con Jim, su esposa y su hijo pequeño, donde intenta descubrir qué tienen en común cada uno de los recortes de periódico.
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Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.
