La revista The Economist siempre ha sido un reflejo de las tendencias y preocupaciones globales, proporcionando una ventana hacia lo que los poderosos tienen en mente.
La portada del 11 de mayo de 2024 no es una excepción, titulada “El nuevo orden económico”, y ofrece una visión provocadora del futuro cercano.
La portada de esta edición ilustra una división económica global inminente. Se proyecta un mundo dividido en bloques económicos territoriales: América del Norte, América del Sur, Oceanía con Australia en una categoría aparte, África, Medio Oriente, y una fraccionada Asia y Europa. Esta representación nos recuerda al distópico mundo descrito en “1984” de George Orwell, donde el mundo se divide en bloques económicos y políticos, eliminando las identidades nacionales.
El artículo que acompaña la portada argumenta que la economía mundial está al borde del colapso, con el orden establecido después de la Segunda Guerra Mundial mostrando señales de fragilidad. Diversos factores, incluyendo conflictos actuales y la corrupción generalizada, amenazan con desestabilizar el sistema global. La solución propuesta es un nuevo sistema económico, digitalizado y con mayor control sobre la población.
Históricamente, las portadas de The Economist han sido proféticas. Por ejemplo, la portada del 27 de junio de 2020, mostraba un panorama de catástrofes, muchas de las cuales se han cumplido: erupciones volcánicas, pandemias, meteoritos pasando cerca de la Tierra, y temperaturas extremas. Recientemente, entre el 9 y 12 de mayo de 2024, se han registrado fuertes llamaradas solares, cumpliendo otro de los cuadros de esa portada.
Estas erupciones solares, 17 veces más grandes que la Tierra, han afectado las comunicaciones, la red eléctrica, la navegación y los satélites. Incluso han provocado una anomalía gigantesca en el Océano Atlántico. Las auroras boreales visibles en varios países son un recordatorio del poder del sol y su impacto en nuestra tecnología, que es el pilar de la sociedad moderna.
La portada de The Economist del 11 de mayo de 2024 no solo predice cambios, sino que también sugiere que estos cambios están siendo orquestados por los más poderosos, quienes se esconden detrás de grandes corporaciones y organizaciones internacionales. Estos cambios no son fruto del agotamiento natural del sistema, sino de una manipulación deliberada para instaurar un nuevo orden económico con un control digital extremo.
Estamos en una fase de transición hacia un nuevo sistema económico, cultural, social, religioso y político. El futuro dependerá de nuestra capacidad para adaptarnos y resistir esta transformación. Si no actuamos, los poderosos podrían tener éxito en su intento de cambiarlo todo. Solo el tiempo dirá si esta visión se convertirá en realidad o si fracasará en el intento.
En resumen, la portada de The Economist del 11 de mayo de 2024 nos ofrece una visión inquietante pero fascinante de un posible futuro cercano. Nos insta a reflexionar sobre los cambios en el horizonte y a cuestionar quién realmente está detrás de ellos.
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.