La enseñanza de “los principios judeocristianos” será la base del currículum de la Academia de Bannon, que arrancará en los próximos meses con cursos intensivos de dos y cuatro semanas. Su plan es sin embargo crear algo así como un “máster” de nueve meses (a más de 40.000 euros la matrícula) para “gladiadores del centro-derecha populista”, como le gusta decir a su creador. Su objetivo será “identificar y acelerar” a jóvenes talentos en la línea de Marion Maréchal (la sobrina de Marine Le Pen), de Beatrix von Storch (de Alternativa para Alemania) o del canciller Sebastian Kurz (del Partido Popular Austriaco).
Bannon aterrizó hace más de un año en Europa con una manifiesta intención: crear una tupida red de partidos populistas de cara a las elecciones de mayo de 2019. Con esa intención se “apropió” de El Movimiento, creado meses antes en Bruselas por Michaël Modrikamen, e instaló incluso en su cuartel general en la mansión del político belga. El plan inicial de crear algo así como como una “asesoría populista europea” chocó sin embargo frontalmente con las leyes electorales de al menos nueve países.
Con el viceprimer ministro italiano Matteo Salvini convertido de hecho en “cabecilla” de la incipiente alianza (con el Duomo de Milán como testigo durante el reciente cónclave de líderes de la ultraderecha), Bannon ha decidido diversificar su alcance en los últimos meses, aun manteniendo los lazos con formaciones como Vox, y sin olvidar su vieja amistad con Nigel Farage, recién embarcado en el Partido del Brexit.
Por influencia quizás de los libros de Dan Brown, y quién si los de Umberto Eco, Steve Bannon decidió seguir la senda de los “Illuminati” hasta el monasterio de Trisulti, que cuenta por cierto con su propio laberinto vegetal. Para su aventura italiana, el ex estratega de Trump decidió apoyarse en el cardenal ultraconservador americano Raymond Burke, que hace dos días encabezó la marcha pro-vida de Roma.
Con lo que no contaba Bannon era con la chispa de la rebeldía que empezó dentro de la propia curia. El cardenal Renato Maria Martino, presidente honorario del Dignitatis Humanae Institute (DHI), ha denunciado en una carta las “distorsiones y modificaciones” del plan original del británico Bejamin Harnwell y el uso de monasterio con fines políticos.
Los vecinos de Collepardo, Anagni, Frosinone y otras poblaciones cercanas iniciaron en marzo una serie de peregrinajes de protesta hasta los pies del monasterio, reclamando el respeto a su “identidad histórica” y pidiendo al Ministerio de Cultura a que rescinda el contrato de alquiler al DHI. El gobernador de la región de Lazio, Nicola Zingaretti, del Partido Demócrata, ha tomado cartas en el asunto. La asambleísta local Daniela Bianchi, lo ha convertido en su cruzada personal (“Esto es como la lucha de David contra Goliath”) y los activistas locales aspiran convertir Trisulti en “territorio europeo” y “epicentro de de la resistencia contra el fascismo”.
Pero Bannon sigue de momento adelante con sus planes, empeñado en convertir la cartuja de Trisulti en la incubadora de las futuras generaciones de líderes nacionalistas. El ex estratega de Trump, maestro a la hora de retorcer el idioma, lanza balones fuera cuando le preguntan por su papel en el ascenso de los “neofascismo” en Europa. “El fascismo da un papel prominente al Estado y lo que nosotros defendemos es precisamente todo lo contrario”, declara al ‘FT’.
En su Academia, eso dice, se hablará entre otras cosas de las “trampas” y del “lado oscuro” del nacionalismo, con mención especial a Mussolini y Hitler: “Algunas cosas empiezan como populismo y luego avanzan en otra dirección, y todo eso tiene que ser enseñado”. Entre los ilustres profesores de la cartuja podrían estar el propio Matteo Salvini o el primer ministro húngaro Viktor Orban, a quien Bannon considera como “el primer Trump antes que Trump”.
Para estudiar en el monasterio, advierte, no habrá que ser necesariamente católico ni religioso, aunque sí habrá que acreditar “el apoyo al populismo y al nacionalismo económico”, y tener una idea muy clara sobre el origen “judeocristiano” de Europa y sobre de los efectos de la inmigración en nuestros países.
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