MUCHAS VECES HEMOS OIDO DE LOS ESCRITOS DE GEORGE ORWELL PERO POCAS VECES HEMOS INDAGADO SU FIGURA.
Conozcamos de la mano de Jorge Guerra quien fue este personaje y que instituciones estuvieron detras influenciando su forma de pensar y tal vez de escribir.
Todo comenzo con la famosa y fundada en 1884, sociedad Fabiana ha estado tramando la tiranía del gobierno mundial durante 130 y tantos años. George Orwell y Aldous Huxley eran miembros de esta Fabian socialité. Sus novelas distópicas.
Un mundo feliz de 1932 y 1984, publicada en 1949. Ahora aparece en Programación Predictiva. En los últimos tiempos muchas personas han comparado la actualidad con la novela 1984 de Orwell, que describe una sociedad distópica.
Orwell no fue un visionario, fue miembro de la sociedad Fabiana, que ha estado tramando un gobierno mundial durante más de un siglo. Así que la primera conclusión que se puede extraer de esto es que George Orwell estaba actuando como teórico de un grupo radical cuando imaginó el mundo descrito en 1984. Pero va mucho más allá de Orwell…
Para eso lo invitamos a ver el Video Informe.
La profesora de Harvard Shoshana Zuboff escribió un libro monumental sobre el nuevo orden económico que es alarmante. «La Era del Capitalismo de Vigilancia«. Aquí tenemos un breve documental en video que resume los aspectos más relevantes.
Revela cómo las empresas tecnológicas más grandes manejan nuestros datos.
En este documental, Zuboff le quita la máscara a Google y Facebook y revela una forma despiadada de capitalismo en la que ningún recurso natural, sino el propio ciudadano, sirve como materia prima. ¿Cómo pueden los ciudadanos recuperar el control de sus datos?
En el año 2000 la crisis de dot.com ha causado heridas profundas. ¿Cómo sobrevivirá la startup Google al estallido de la burbuja de internet? Los fundadores Larry Page y Sergey Brin ya no saben cómo cambiar el rumbo. Por casualidad, Google descubre que los «datos residuales» que las personas dejan en sus búsquedas en Internet son muy valiosos y negociables.
Estos datos residuales se pueden usar para predecir el comportamiento del usuario de Internet. Los anuncios en Internet pueden, por lo tanto, ser utilizados de una manera muy específica y efectiva. Nace un modelo de negocio completamente nuevo: «capitalismo de vigilancia».
El capitalismo de control afirma que la experiencia humana es la materia prima gratuita para su conversión a datos sobre el comportamiento.
Aunque algunos de estos datos se aplican a la mejora del producto o servicio, el resto se declara como propiedad de un excedente de comportamiento, que alimenta a procesos de fabricación avanzados conocidos como «inteligencia de máquina» y son fabricados como productos de predicción que anticipan lo que harás ahora, pronto, y después.
Finalmente, estos productos de predicción se comercializan en un nuevo tipo de mercado para predicciones de comportamiento que llamo mercados de futuros de comportamiento.
Los capitalistas de control se han vuelto inmensamente ricos gracias a estas operaciones comerciales, ya que muchas empresas están ansiosas por hacer apuestas sobre nuestros futuros comportamientos.
El voto por el Brexit, a favor del Leave (Salir de la Unión Europea), y hasta la campaña electoral de Donald Trump nos pueden parecer lejanos. Pero no es tan así. Nada es privado, el documental que analiza y echa un poco más de luz sobre cómo Cambridge Analytica participó -e influenció decididamente- en esas campañas políticas, habla de cómo Facebook rastrea a sus usuarios.
No sólo eso.
Habla de “fake news” y la manipulación de los datos personales que uno confía, por ejemplo, en su cuenta de Facebook, sin leer los “términos y condiciones” antes de abrir su perfil.
Y el filme también muestra cómo antes de “ayudar” al Brexit y al actual presidente de los Estados Unidos, participó, o mejor dicho, “probó” sus herramientas de influencia en campañas políticas en otros países: se menciona a Italia, a países del Tercer mundo y a la Argentina (se ve una imagen, exultante, de Mauricio Macri).
Para ser bien claros: lo que la compañía británica Cambridge Analytica hizo en los Estados Unidos y Gran Bretaña fue utilizar ilegalmente datos personales de millones de usuarios de Facebook para poder incidir en los procesos electorales. Así de sencillo.
Karim Amer y Jehane Nouhaim no deben tener Facebook. Son los directores de este tan didáctico como complejo documental, en el que uno, mucho antes de arribar a su desenlace, no sabe bien en quién confiar o no. Y ya preparan para HBO uno sobre la secta NXIVM.
Para empezar a tirar el hilo del ovillo, los directores se centraron en dos personajes. Uno es un ciudadano común, David Carroll, profesor en los Estados Unidos, quien le pide a la compañía que le devuelva sus datos personales.
El hombre insistirá hasta llegar, como suele decirse, a las últimas consecuencias.
El otro sí es controvertido. Brittany Kaiser, una joven algo veleta o panqueque, que la pasaría muy bien en y con la política argentina. Primero participó muy activamente en la campaña presidencial que llevó a la Casa Blanca a Barack Obama. Y luego pasó a ser ejecutiva de Cambridge Analytica. Y, por lo que cuenta y se ve, decisiva en la elección que el magnate Trump le ganó a Hillary Clinton.
Muchas de las campañas por las redes sociales, que hablaban de la esposa del ex presidente demócrata Clinton como una corrupta y que “merecía” estar tras las rejas, fueron orquestadas por Analytica.
Si Brittany Kaiser pasa a ser casi el eje alrededor del cual se siguen las investigaciones -cómo el Parlamento inglés cita a responsables de la compañía, y ella sigue las reuniones desde un televisor, se esconde en Tailandia, vuela de regreso a los Estados Unidos-, no es la única. Por supuesto, los responsables de Analytica aparecen -no todos hablan- y si el pez por la boca muere, cuando abren la boca…
Está quien intenta victimizarse en el proceso que le siguen en el Parlamento inglés, cuando antes ha sido grabado por una cámara oculta del Channel 4. Cínico o por producto de la desesperación, Alexander Nix tiene –tuvo- todas las boletas para ganarse el premio al malvado de la película.
Carole Cadwalladr, periodista de The Guardian y The Observer, que investigó como nadie el asunto, da más claridad aún, y se pregunta si alguna vez “podremos tener una elección libre y justa”.
Si “los derechos de datos personales son derechos humanos”, todo lo que hizo esta empresa, que cerró en mayo de 2018, fue vulnerarlos. Cambridge Analytica obtuvo información de millones de usuarios de Facebook a través de un cuestionario de “personalidad”. Y luego se declaró en bancarrota.
Acertaron: la documentación reclamada nunca apareció.
Lo que cuenta Nada es privado es tan universal que asusta. Esa es la sensación más primaria que nos abofetea al terminar de verla.
“Nada es privado”
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.
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Letonia Cromer