El origen de la psicosis es siempre un grave problema, una amenaza tan peligrosa que suscita niveles de miedo y tensión social insostenibles. El gobierno fabrica este problema de forma oportunista, interviniendo psicológicamente en los individuos para inducir temor frente a un peligro inminente. Después agita ese problema utilizando un bombardeo propagandístico diseñado para confundir al individuo. Los medios de comunicación usados por el poder ofrecen información falsa, contradictoria o sin sentido que lleva a un estado de confusión porque el individuo no puede abordarla de una manera racional y adaptativa, lo cual aumenta la susceptibilidad al miedo y la indignación.
La lógica se puede enfrentar con la lógica, mientras que la ilógica no confunde a quienes piensan de forma correcta. Y mientras la gente todavía está buscando un contraargumento razonable a la primera mentira, los totalitarios pueden agredirlos con otra. Además, la forma de presentar esta información es muy particular. Merluzo llama ondas de terror. Se trata de etapas donde la tensión aumenta exponencialmente, seguidas de pequeños períodos de calma.
Lo que poco a poco va destruyendo la moral del individuo en el momento de máxima tensión y confusión. El poder presenta la solución a ese terrible peligro y la posiciona como única alternativa. Es esto o nada? El individuo, habiendo estado expuesto a estas ondas de terror y rendido ya al empuje de la masa que cree que sólo hay un camino para la resolución del conflicto, le suplica al gobierno que implemente esa solución para que de esa forma su seguridad pueda quedar garantizada.
Sin embargo, el gobierno no puede ejecutar esa solución. Para poder hacerlo, necesita adquirir más poder, una nueva ley, un nuevo ministerio o incluso una nueva constitución que le permitan hacer lo que antes no podía. A costa de la restricción o eliminación de ciertos derechos individuales. En otras condiciones. El individuo no hubiera accedido a perder su libertad y sus derechos.
Pero aquí el poder ya logró el beneplácito de las masas que le ruegan que les arrebate sus derechos para acabar con esa terrible amenaza. Y el poder, habiendo logrado lo que quería, deja de fabricar y agitar el problema que ellos mismos crearon, con lo que pareciera que realmente logró una solución. La calma regresa. Los individuos ya no son tan libres, pero se libraron del miedo y recuperaron su sensación de seguridad.
El coste en forma de pérdidas de derechos y libertades individuales fue elevado. Pero la masa lo celebra. Misión cumplida. Hay un elemento más que el poder utiliza para aumentar la posibilidad de una psicosis totalitaria. Aislar a los individuos y perturbar sus interacciones sociales en nombre de un bien común. Un individuo solo y sin interacciones normales con amigos, familiares y compañeros de trabajo se vuelve mucho más susceptible a delirios.
Los seres humanos se condicionan más fácilmente a nuevos patrones de pensamiento y comportamiento cuando se encuentran aislados. Este proceso lleva al individuo a un estado de infantilización en el que le cede toda la potestad al gobierno, perdiendo su capacidad de pensar por sí mismo, de hacerse responsable de su vida y de sentir que es capaz de lidiar con los desafíos que van surgiendo en el día a día.
Carl Jung decía que cuando los individuos pierden su individualidad, pierden también su categoría intelectual y moral.
La lista de Timsit se ha vuelto muy popular porque describe de manera concreta diez situaciones en las que seguramente todos y todas nos podríamos identificar. A continuación describiremos las estrategias de manipulación de la opinión pública y de la sociedad de Sylvain Timsit.
La distracción es un proceso cognitivo que consiste en prestar atención a algunos estímulos y no a otros de manera involuntaria y por distintas razones, entre las que se encuentra el interés que nos generan esos estímulos y la intensidad o el atractivo de estos.
Es un proceso que puede ser fácilmente utilizado como una estrategia para desviar la atención de los conflictos políticos o económicos. Generalmente se realiza por medio de fomentar la sobrecarga de información, o cuando dicha información contiene una fuerte carga emocional.
Por ejemplo cuando los noticieros dedican días enteros a reportar sucesos trágicos y minimizan los momentos destinados a reportar acontecimientos políticos problemáticos. Este tipo de distracción fomenta el desinterés por adquirir conocimientos profundos y por discutir las repercusiones a largo plazo de las decisiones políticas.
El autor explica este método por medio de la fórmula: problema-reacción-solución, y explica que una situación puede ser explicada con toda la intención de causar una reacción específica a un público específico, de manera que este público demande medidas y toma de decisiones que solucionen la situación.
Por ejemplo, cuando los poderes políticos se mantienen indiferentes ante el aumento de violencia en una ciudad, y después despliegan leyes policíacas que afectan la libertad y no sólo disminuyen la violencia. Lo mismo cuando una crisis económica se define como un mal necesario que solo puede ser contrarrestado por medio de recortes de los servicios públicos.
Se refiere a aplicar los cambios que son importantes de manera gradual, para que las reacciones públicas y políticas sean igualmente graduales y más fáciles de contener.
Sylvain Timsit pone como ejemplo las políticas socioeconómicas neoliberales que iniciaron en la década de los 80, y que han repercutido de manera paulatina sin que sus consecuencias negativas puedan abrir el camino a un revolución realmente masiva.
Muchas de las medidas que toman los gobiernos no son populares entre la población, con lo que una de las estrategias más utilizadas y eficaces es la de hacer pensar que esa medida es dolorosa pero necesaria, y que es necesario acordarla en el presente aunque sus efectos serán percibidos años después.
De esta manera nos acostumbramos al proceso de cambio e incluso a sus consecuencias negativas, y al no ser una cuestión que nos afecta de manera inmediata podemos asociarnos con más facilidad de los posibles riesgos.
Como ejemplo, Sylvain Timsit menciona el pasaje hacia el euro que se propuso en 1994-1995, pero se aplicó hasta el 2001, o los acuerdos internacionales que EUA impuso desde 2001 en Latinoamérica, pero que serían vigentes hacia el 2005.
Otra de las estrategias que se utilizan con mucha frecuencia es posicionar al público como un conjunto de personas ingenuas o incapaces de hacerse responsables de sí mismas, o de tomar decisiones críticas y responsables.
Al posicionar a los espectadores de esta manera, los medios de comunicación y los poderes políticos hacen más fácil que el público efectivamente se identifique con esa posición y termine por aceptar las medidas impuestas e incluso apoyarlas con convicción.
Se refiere a enviar mensajes que impacten directamente en el registro emocional y sensible del público, de manera que a través del miedo, la compasión, la esperanza, la ilusión, entre otras emociones o sensaciones, sea más sencillo implantar ideales de éxito, o normas de comportamiento y de cómo deben ser las relaciones interpersonales.
Esta estrategia se refleja por ejemplo en las significativas diferencias que hay entre la calidad de la educación y los recursos que se le destinan según la clase socioeconómica y política a la que se dirige.
Esto hace que el uso de las tecnologías se reserven para unos cuantos, lo que a su vez dificulta la organización social a gran escala. Así mismo, hace que unas poblaciones se reconozcan a sí mismas como simplemente víctimas, sin posibilidades de ser activas.
Se trata de reforzar el sentimiento de éxito y de satisfacción por la situación en la que nos encontramos, aunque sea una situación precaria o injusta, lo que hace que no desarrollemos un pensamiento crítico sobre esa situación o que incluso la justifiquemos.
En el otro extremo se encuentra el hacemos pensar que la situación en la que estamos es así por nuestra culpa, es decir, hacer que el individuo crea que es responsable de su propia desgracia (que piense que es poco inteligente o que se esfuerza poco; en lugar de reconocer que hay un sistema social que tiende a la injusticia).
Así se evita la organización y el para ejercicio de la resistencia o la revuelta; y las personas tendemos a autoevaluarnos y culpabilizarnos, lo que a su vez genera pasividad y favorece la aparición de otras complicaciones como estados depresivos o ansiosos.
Timsit propone que los avances que ha tenido la ciencia en la comprensión de los seres humanos, tanto en área de la psicología como la biología o la neurociencia, han logrado un mayor conocimiento sobre nuestro funcionamiento; no obstante, no han generado un proceso de autoconocimiento a nivel individual, con lo cual las élites continúan como las poseedoras de la sabiduría y del control de los demás.
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.
3 comentarios
El delincuente transgénero, terrorista y director de la Organización Mafiosa de Sicarios conocida como OMS, Tedros Ahanom, dice que los que no queremos la inyección letal somos peor que terroristas y que hay que perseguirnos. Ahora ya nos quieren vacunar por medio de lo que comemos y por eso le quieren inocular el veneno a todos los alimentos, esos desgraciados quieren vacunar el ganado, con los vegetales ya hace mucho que han empezado, nos están enfermando y asesinando pero el rebaño no es capaz de salir del engaño. en mi familia se lo creen todo, hasta la farsa del cambio climático. Los que no nos quisimos meter el veneno tenemos poco con quien hablar de estas mentiras, yo aquí en Santiago de Compostela solo tengo un amigo que no ha tragado y no se ha vacunado.
Ese tipo es un terrorista asesino
IA y su corrector
Y voy yo y me fijo en que pone Merluzo donde leo Merloo en el tercer párrafo