El informe aborda un tema controvertido y complejo: el uso de las religiones para manipular y controlar a las personas, y cómo figuras históricas como el Rey Salomón han sido interpretadas de diversas maneras a lo largo del tiempo.
Se presenta una visión crítica del papel de las instituciones religiosas, especialmente del Vaticano, y se explora la relación entre religión, ocultismo y poder.
El informe sostiene que las religiones se utilizan actualmente para manipular la percepción y las acciones de sus seguidores.
A pesar de reconocer la validez y el respeto que merece la práctica religiosa individual, se cuestiona la integridad de los orígenes de las religiones y la veracidad de sus figuras prominentes.
El Rey Salomón es presentado como una figura dual: un rey sabio y justo en las tradiciones religiosas, y un poderoso mago y ocultista en las tradiciones esotéricas. Según el texto, Salomón comprendió los misterios de la cábala y practicó la nigromancia, lo que lo convirtió en un maestro en tratos con el inframundo. Sus conocimientos y textos han sido fundamentales para diversas sociedades secretas y tradiciones mágicas.
La Mesa de Salomón, un objeto sagrado buscado por numerosas culturas y sociedades secretas, simboliza el poder y los secretos ocultistas que se le atribuyen. La influencia de las ideas cabalísticas de Salomón en la masonería se menciona como un ejemplo de cómo estas tradiciones esotéricas se han fusionado con el catolicismo y el Vaticano, creando una simbología y prácticas que generan dudas sobre la naturaleza del Dios que adoran en la actualidad.
El texto argumenta que los conocimientos ocultistas y esotéricos de Salomón, como el sello de Salomón y diversos grimorios, siguen siendo utilizados por magos y sociedades secretas modernas para manipular la realidad y ejercer control. Estos conocimientos, según se afirma, están reservados para una élite que utiliza la magia ritual para gobernar y construir un mundo ideal basado en principios esotéricos.
El documento plantea preguntas inquietantes sobre la relación entre religión, poder y ocultismo. Sugiere que figuras históricas como el Rey Salomón y las instituciones religiosas como el Vaticano podrían tener un papel en la manipulación de la realidad y el control social a través de conocimientos ocultos. La idea de que el Vaticano posee secretos esotéricos y ritualísticos plantea la posibilidad de una conexión profunda y oculta entre las religiones y las sociedades secretas.
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