El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos identificó a un joven de 20 años llamado Thomas Matthew Crooks como el presunto autor de los disparos en el mítin de Donald Trump en Butler, Pensilvania.
El sospechoso, que fue abatido por las fuerzas de seguridad, es un residente de Bethel Park, que se encuentra en la zona metropolitana de Pittsburgh, a unos 70 km de Butler.
“Esta sigue siendo una investigación activa y en curso, y se solicita a cualquier persona con información que pueda ayudar con la investigación a que envíe fotos o videos por internet”, añade el comunicado.
Las autoridades aseguran que aún investigan cuál pudo ser la motivación del atacante, que disparó a Trump desde el tejado de una edificación cercana al acto del expresidente.
Crooks fue abatido por el Servicio Secreto encargado de la protección del expresidente después de que disparara varias ráfagas.
El atacante utilizó un fusil tipo AR-15 semiautomático y disparó desde una distancia de unos 200-300 metros, según pudo saber la cadena CBS, socia de la BBC en EE.UU.
Un testigo que se identificó como Greg le aseguró al corresponsal de la BBC en Estados Unidos, Gary O’Donoghue, que pudo ver a un hombre con un rifle en un tejado minutos antes de que se produjera el hecho.
El agresor no tenía antecedentes penales, según los registros judiciales públicos de Pensilvania.
Al parecer, Crooks estaba registrado como republicano en Pensilvania, según la agencia AP, que tuvo acceso al registro de votantes.
Sin embargo, también donó US$15 a un comité de acción política progresista el 20 de enero de 2021, el mismo día en que el presidente Joe Biden tomó posesión de su cargo, según los registros financieros de la campaña citados por la agencia.
La policía había rodeado en la mañana del domingo la vivienda familiar de Crooks en Bethel Park, según informó el diario The New York Times.
El FBI investiga el hecho como un intento de asesinato y designó el lugar del acto de Trump como escena del crimen.
La edificación desde la que disparó Crooks se encontraba fuera del perímetro de seguridad donde el expresidente celebraba un mítin al que asistían miles de simpatizantes.
Un espectador murió por los disparos y otras dos personas resultaron heridas de gravedad. Todos ellos son hombres, según el FBI, que por el momento no ha ofrecido más información sobre las víctimas.
Trump, quien acababa de comenzar un discurso en el momento en el que se produjo el tiroteo, fue rozado por una bala en la parte superior de su oreja derecha.
Las imágenes, que eran transmitidas en directo, mostraron cómo el expresidente se llevó la mano a la oreja y se agachó tras el atril cuando empezaron a escucharse los disparos.
Rápidamente fue rodeado por los agentes de los servicios secretos que lo evacuaron en un vehículo.
George Bivens, de la policía de Pensilvania, dijo que los agentes en el lugar actuaron “heroicamente” y que no había razones para creer que aún existía una amenaza.
Trump fue examinado en un hospital local, del que ya fue dado de alta.
El exmandatario republicano se encuentra “bien” y está agradecido con las fuerzas del orden, según un comunicado publicado en la página web del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés).
“Lo más importante es que quiero dar el pésame a la familia de la persona que murió en el acto y también a las familias de las otras personas que resultaron gravemente heridas. Es increíble que un acto así pueda tener lugar en nuestro país“, afirmó el propio Trump en la red social Truth.
El de este sábado es el más grave intento de asesinato de un presidente o de un candidato presidencial de Estados Unidos desde que en John Hinkley Jr. disparara contra Ronald Reagan en 1981, recuerda el corresponsal de la BBC en Estados Unidos, Anthony Zurcher.
n este informe, se detalla cómo la portada sugiere que los eventos mundiales no son esporádicos o casuales, sino que están cuidadosamente planificados con meses o incluso años de antelación.
En la parte superior de la portada, se destacan las elecciones en México y Estados Unidos. Aparecen las siluetas de Donald Trump y Claudia Sheinbaum, recientemente elegida presidenta de México. Este paralelismo sugiere que la democracia es una ilusión, sostenida por quienes no perciben las manipulaciones tras bambalinas.
El centro de la portada presenta una urna de votaciones con una dualidad de colores, rojo y azul, que convergen en el centro. Este simbolismo indica que, aunque parezcan opuestos, ambos colores representan la misma mentira de la democracia, donde los actores políticos aparentan ser oposición mientras son títeres de una agenda común.
Junto a la urna, se destacan dos factores clave: el dinero y la digitalización de la información. Estos representan las herramientas utilizadas para manipular la percepción del mundo. Además, la silueta de Donald Trump con un signo de interrogación insinúa la incertidumbre de las élites sobre su alineación con sus planes, especialmente considerando sus promesas de desclasificar documentos sensibles si es reelegido en 2024.
Los casos de ocultación de información vital y la eliminación de políticos que se desvían de la narrativa oficial son recordatorios de cómo las élites mantienen el control. La diferencia entre Trump y Sheinbaum radica en su relación con estas agendas.
La capacidad de la revista para “predecir” el futuro no es tal, sino que informa lo que ya está planificado en reuniones secretas como la Reunión Bilderberg de 2024. Esta reunión, celebrada en Madrid, contó con la presencia de figuras poderosas como Guillermo Alejandro, Eric Schmidt y David Patronus. La editora en jefe de The Economist, Zanny Minton Beddoes, también asistió, lo que explica la precisión de las predicciones.
La revista The Economist siempre ha sido un reflejo de las tendencias y preocupaciones globales, proporcionando una ventana hacia lo que los poderosos tienen en mente.
La portada del 11 de mayo de 2024 no es una excepción, titulada “El nuevo orden económico”, y ofrece una visión provocadora del futuro cercano.
La portada de esta edición ilustra una división económica global inminente. Se proyecta un mundo dividido en bloques económicos territoriales: América del Norte, América del Sur, Oceanía con Australia en una categoría aparte, África, Medio Oriente, y una fraccionada Asia y Europa. Esta representación nos recuerda al distópico mundo descrito en “1984” de George Orwell, donde el mundo se divide en bloques económicos y políticos, eliminando las identidades nacionales.
El artículo que acompaña la portada argumenta que la economía mundial está al borde del colapso, con el orden establecido después de la Segunda Guerra Mundial mostrando señales de fragilidad. Diversos factores, incluyendo conflictos actuales y la corrupción generalizada, amenazan con desestabilizar el sistema global. La solución propuesta es un nuevo sistema económico, digitalizado y con mayor control sobre la población.
Históricamente, las portadas de The Economist han sido proféticas. Por ejemplo, la portada del 27 de junio de 2020, mostraba un panorama de catástrofes, muchas de las cuales se han cumplido: erupciones volcánicas, pandemias, meteoritos pasando cerca de la Tierra, y temperaturas extremas. Recientemente, entre el 9 y 12 de mayo de 2024, se han registrado fuertes llamaradas solares, cumpliendo otro de los cuadros de esa portada.
Estas erupciones solares, 17 veces más grandes que la Tierra, han afectado las comunicaciones, la red eléctrica, la navegación y los satélites. Incluso han provocado una anomalía gigantesca en el Océano Atlántico. Las auroras boreales visibles en varios países son un recordatorio del poder del sol y su impacto en nuestra tecnología, que es el pilar de la sociedad moderna.
La portada de The Economist del 11 de mayo de 2024 no solo predice cambios, sino que también sugiere que estos cambios están siendo orquestados por los más poderosos, quienes se esconden detrás de grandes corporaciones y organizaciones internacionales. Estos cambios no son fruto del agotamiento natural del sistema, sino de una manipulación deliberada para instaurar un nuevo orden económico con un control digital extremo.
Estamos en una fase de transición hacia un nuevo sistema económico, cultural, social, religioso y político. El futuro dependerá de nuestra capacidad para adaptarnos y resistir esta transformación. Si no actuamos, los poderosos podrían tener éxito en su intento de cambiarlo todo. Solo el tiempo dirá si esta visión se convertirá en realidad o si fracasará en el intento.
En resumen, la portada de The Economist del 11 de mayo de 2024 nos ofrece una visión inquietante pero fascinante de un posible futuro cercano. Nos insta a reflexionar sobre los cambios en el horizonte y a cuestionar quién realmente está detrás de ellos.
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.