En la actualidad, estamos presenciando el inicio de una revolución silenciosa que transformará el mundo tal como lo conocemos. La inteligencia artificial (IA) y la automatización han llegado para quedarse, y su impacto en la sociedad promete ser tan profundo como el de la Revolución Industrial. Sin embargo, a diferencia de revoluciones anteriores, esta no solo cambiará la manera en que trabajamos, sino que también cuestionará el papel mismo de los seres humanos en la economía.
Los primeros síntomas de esta transformación ya son evidentes. En supermercados y tiendas de todo el mundo, las cajas de autopago están reemplazando a los cajeros tradicionales. En 2023, más de 200,000 de estas máquinas fueron instaladas globalmente. Si alguna vez pareció un lujo o una novedad, hoy es la norma. Lo que antes requería 20 empleados ahora puede ser manejado por un puñado de supervisores, dejando a las máquinas hacer el resto. Y este es solo el comienzo.
El servicio al cliente también está en la mira. Empresas como Dukaan, una plataforma india de comercio electrónico, se jactan de haber sustituido al 90% de su equipo de atención al cliente con IA, reduciendo costos de manera drástica. Lo que para ellos es motivo de celebración, para millones de trabajadores es una amenaza real y presente. Pero la automatización no se detiene aquí: trabajos como la entrada de datos, una vez considerados seguros, ya están en declive, y otros sectores, desde la administración hasta la programación básica, están sintiendo la presión de la IA.
Mientras que la automatización promete una mayor eficiencia y ganancias para las empresas, surge una pregunta inquietante: ¿quién comprará si nadie tiene empleo? La historia muestra que los grandes cambios tecnológicos suelen traer consigo períodos de adaptación dolorosos, con salarios estancados y una creciente desigualdad. La diferencia ahora es que la velocidad y escala del cambio que trae la IA no tiene precedentes.
En el pasado, nuevas tecnologías crearon más empleos de los que destruyeron, pero con la IA el panorama no es tan claro. Los trabajos que dependen de habilidades humanas complejas pueden sobrevivir, pero aquellos que no requieren una formación especializada están en peligro de desaparecer. La competencia por los pocos trabajos que queden será feroz, y los salarios, en muchos casos, podrían caer.
Nos encontramos en una encrucijada histórica. Por un lado, el futuro podría ser distópico, con una creciente tecnocracia y millones de personas desplazadas por la IA, luchando por sobrevivir en una economía que ya no los necesita. La desesperación podría llevar a una espiral de violencia, extremismo y caos social.
Por otro lado, existe una alternativa: la renta básica universal (RBU), una solución que, aunque controvertida, podría ofrecer un salvavidas en este mar de incertidumbre. Con los beneficios de la automatización redistribuidos de manera justa, podríamos evitar el colapso social. Sin embargo, la RBU no es una panacea; mientras el dinero podría mantener a flote a millones de personas, no puede reemplazar el propósito y la realización que muchos encuentran en su trabajo.
La automatización y la IA son fuerzas imparables que están remodelando nuestra sociedad. La pregunta no es si ocurrirá, sino cómo manejaremos este cambio inevitable. ¿Permitiremos que unos pocos se beneficien mientras la mayoría sufre, o encontraremos una manera de compartir los frutos de esta nueva era?
Para profundizar en este tema crucial y explorar más sobre cómo la IA y la automatización están transformando nuestras vidas, te invito a ver nuestro video completo. No solo te informará, sino que también te ofrecerá una visión de las posibles soluciones que podríamos implementar para navegar en este nuevo mundo.
¡No olvides suscribirte a nuestra web! Tu apoyo es vital para mantener nuestro servidor funcionando y seguir proporcionando contenido de calidad. Al suscribirte, estarás colaborando directamente con el mantenimiento de esta plataforma y ayudando a financiar investigaciones que puedan guiarnos hacia un futuro más equitativo.
Estas organizaciones, que derivan su poder de los sistemas político, militar y religioso, operan en secreto y se cree que reciben instrucciones directas de entidades malévolas.
El plan de estas sociedades no solo busca esclavizar físicamente a la humanidad, sino también limitar la conciencia de los individuos a través de un adoctrinamiento global que comienza en la infancia. Organizaciones como la masonería y los Illuminati, aunque famosas, son solo la punta del iceberg de una orden mucho más antigua, los Jesuitas, quienes han infiltrado cada aspecto de la vida pública y privada de las naciones.
Los Jesuitas, conocidos por su apariencia de santidad y votos de pobreza, han utilizado estas máscaras para ocultar su verdadero propósito: terminar con la libertad de conciencia. Han extendido su influencia a través de juramentos de iniciación que comprometen a cada miembro a eliminar cualquier forma de libertad, utilizando cualquier medio necesario. Hoy, su poder es tan vasto que parece imposible detener su influencia.
Durante décadas, una estructura de control ha sido construida alrededor nuestro sin que nos demos cuenta. Las ciudades han sido transformadas en prisiones modernas donde la dependencia del mercado es total. La falta de autosuficiencia en la producción de alimentos y energía nos ha dejado vulnerables a un caos inminente, con grandes urbes que se convertirán en campos de batalla debido al desabastecimiento.
El control no se detiene en lo físico; se extiende a través de químicos en el agua y el aire, ondas electromagnéticas y alimentos procesados, todo diseñado para minar nuestra salud física y mental. Es necesario liberarse de este sistema opresor, como lo anunciaron los antiguos oráculos hebreos.
Uno de los grandes objetivos de la élite gobernante es destruir los lazos familiares. Movimientos como el feminismo y el movimiento gay, financiados por familias poderosas como los Rockefeller, buscan disolver el núcleo familiar y reemplazar los lazos de amor y pertenencia por una obediencia al sistema colectivo.
Grandes eventos históricos como la Revolución Francesa, las Guerras Mundiales y la Guerra Fría fueron planeados para responder a los intereses de la élite banquera y petrolera. Incluso atentados y asesinatos famosos fueron premeditados por esta misma élite. La creación de organismos como la CIA y el FBI también forma parte de este plan al igual que todas las agencias de inteligencia. El tema es largo y da para mucho pero con este video informe solo queremos dar un punta pie inicial.
Aunque se han levantado movimientos en contra del Nuevo Orden Mundial, es crucial no aceptar una mezcla de verdad y error en esta lucha. El destino eterno de la humanidad está en juego, y debemos combatir la corrupción con integridad, la mentira con verdad y la violencia con amor.
Finalmente, el mensaje es claro: el mundo se enfrenta a un acontecimiento sin precedentes, donde los juicios divinos y la liberación final serán una realidad. Es el tiempo de buscar al Creador para ser verdaderamente libres.
Somos una organización sin fines de lucro que no pertenece a ningún dogma, religión o partido político. Somos 100% independientes.
Queremos alcanzar la masa crítica necesaria para quebrar este sistema perverso de esclavitud y muerte a todos los niveles.
Sabemos que no es una tarea sencilla pero la unión hace la fuerza, la fuerza hace a la voluntad y con voluntad y fuerza se hace lo que se desea en mente y corazón y así podremos manifestar nuestra realidad. Nur para todos.