08/08/2025 5:57 AM
PUBLICIDAD
----------

La flota olvidada: cuando Castilla hizo temblar a Inglaterra

Cuando Castilla humilló a Londres: la historia que borraron de los libros.
----------
----------

Introducción: El día que Castilla navegó por el corazón de Inglaterra
Hay momentos de la historia que, por incómodos o contradictorios con ciertos relatos oficiales, acaban silenciados en los márgenes de la memoria colectiva. Uno de ellos ocurrió en el verano de 1380, cuando una flota castellana remontó impunemente el río Támesis, saqueó poblaciones inglesas a solo 35 kilómetros de Londres y se retiró sin haber sufrido una sola baja significativa. Esta hazaña, liderada por Fernando Sánchez de Tobar, no fue una leyenda ni un rumor patriótico: está documentada en crónicas oficiales, pero ha sido sistemáticamente ignorada por los relatos dominantes. Este informe recupera un episodio audaz de la historia naval española que desafía la narrativa tradicional y expone los mecanismos de construcción ideológica que definen lo que se recuerda… y lo que se entierra.

El ataque que nadie esperaba
En plena Guerra de los Cien Años, mientras Inglaterra lidiaba con la peste, inestabilidad política y reveses militares, una coalición hispano-francesa decidió golpear donde más dolía. Bajo el mando del experimentado Fernando Sánchez de Tobar, Castilla preparó una flota veloz, ligera y mortal, capaz de maniobrar allí donde las pesadas naos inglesas no podían reaccionar con eficacia. Tras unirse con las fuerzas navales del almirante francés Jan de Bien en La Rochelle, la flota puso rumbo no a un puerto aislado, sino directamente al estuario del Támesis.

Lo impensado se volvió real. Al llegar a Gravesend, los castellanos desembarcaron, incendiaron casas, capturaron bienes y dejaron la ciudad en ruinas. El humo era visible desde las colinas de Londres, mientras las campanas sonaban y el miedo se esparcía como pólvora. Por primera vez desde los vikingos, una flota extranjera ponía en jaque la capital inglesa. Nadie los detuvo. Nadie pudo.

PUBLICIDAD
----------

Fernando Sánchez de Tobar: estratega del mar y la guerra psicológica
El hombre detrás de esta osadía no era un simple guerrero. Tobar fue un estratega con visión política. Había combatido primero al lado de Pedro I “el Cruel”, y luego se alió con Enrique de Trastámara, cuyo ascenso al trono le valió a Tobar el título de Almirante Mayor de Castilla. Pero más allá de su rango, Tobar entendió que la guerra también se libraba en el imaginario del enemigo. Su objetivo no era solo destruir, sino humillar y sembrar miedo. Su mensaje a Inglaterra fue claro: “Podemos golpearte donde crees estar más seguro”.

De defensiva a ofensiva: el giro estratégico de la marina castellana
Bajo Tobar, la marina castellana dejó de limitarse a custodiar costas ibéricas. Se transformó en un instrumento ofensivo de presión, saqueo y castigo. Las galeras, tripuladas por veteranos del Cantábrico, se convertían en proyectiles humanos capaces de asestar golpes precisos y relámpago. Las incursiones en la costa sur inglesa se multiplicaron entre 1374 y 1379: la isla de Wight, Portsmouth, Plymouth, Dartmouth… ninguna villa costera dormía tranquila.

PUBLICIDAD
----------

Las crónicas inglesas no solo describen pérdidas materiales, sino un pánico generalizado. Los hombres de Tobar eran temidos por su brutal eficacia, y los pueblos costeros comenzaron a fortificarse apresuradamente. Pero ni eso detuvo a Castilla.

Castilla y Francia: la alianza que cercó a Inglaterra
La intervención castellana en el conflicto entre Francia e Inglaterra no fue casual. Enrique II de Castilla, tras la guerra civil, selló una alianza estratégica con Carlos V de Francia. Francia necesitaba una flota hábil para neutralizar el dominio inglés del canal de la Mancha, y Castilla tenía justo lo que hacía falta: galeras rápidas y hombres curtidos en el estrecho de Gibraltar. La ofensiva naval formaba parte de una estrategia mayor para desangrar la economía inglesa desde el mar, destruir su confianza interna y debilitar sus suministros.

La repetición del golpe: más allá del Támesis
Lo ocurrido en 1380 no fue un acto aislado. Pedro Niño, noble y corsario castellano, volvió a sembrar el terror en Inglaterra en 1405 con apenas tres galeras. Saqueó Cornualles, destruyó la base de un temido corsario inglés y estuvo a punto de repetir la incursión por el Támesis. Décadas después, en 1595, Carlos de Amésquita desembarcó en tierra inglesa, quemó tres pueblos, celebró misa… y volvió sin pérdidas. El patrón era claro: Castilla sabía golpear y sabía retirarse a tiempo.

PUBLICIDAD
----------

El silencio y la propaganda: ¿por qué no se cuenta esta historia?
¿Por qué entonces este capítulo no aparece en los manuales de historia? Porque desafía el relato hegemónico impuesto tras la consolidación del poder inglés. A partir del siglo XV, Inglaterra no solo libró guerras, también diseñó una maquinaria propagandística que serviría como escudo cultural: la leyenda negra. Este relato, ampliamente difundido en Europa, caricaturizó a España como brutal, decadente y fracasada, borrando de un plumazo siglos de audacia, organización y poderío naval.

El fracaso de la Armada Invencible es repetido hasta la saciedad. Pero el desastre de la contraarmada inglesa que vino después, mucho peor en pérdidas, es silenciado. La historia se selecciona, se edita, se corrige… según convenga.

Conclusión: la memoria es también un campo de batalla
Este episodio olvidado —la incursión castellana en el Támesis— nos recuerda que la historia no es un relato fijo ni neutral. Es una construcción en constante disputa. Castilla no solo navegó el canal de la Mancha: lo dominó. No solo protegió sus costas: atacó las ajenas. Y no solo respondió: tomó la iniciativa. Fernando Sánchez de Tobar y los marinos del Cantábrico no solo llevaron fuego a Inglaterra; llevaron un mensaje de poder, estrategia y dominio que aún hoy incomoda a quienes prefieren contar otra versión del pasado.

La omisión de este tipo de hechos históricos revela que el olvido no siempre es casual. A veces es intencionado. Y por eso, hoy más que nunca, es fundamental recuperar estas historias. Porque quien controla el relato del pasado, controla también el presente… y en buena parte, el futuro.

PUBLICIDAD
----------

INFORMES RELACIONADOS

Cuando Empiezas a COMUNICARTE Así, ¡Se Hace REALIDAD! // JACOBO GRINBERG

¿Qué sucede cuando ciencia y espiritualidad dejan de ser opuestos y, en cambio, se entrelazan en un enigma aún más profundo? Jacobo Grinberg, un neurofisiólogo y psicólogo mexicano nacido en 1946, dedicó su vida a esta cuestión, transformándose en un pionero que se atrevió a desafiar las normas establecidas de la ciencia y el conocimiento convencional.

Su investigación nos lleva a las profundidades de la mente y la conciencia humana, en una búsqueda por descubrir hasta qué punto estamos conectados con el universo y entre nosotros.

Desde sus primeros años, Grinberg exploró ideas que pocos científicos se atrevían a abordar: telepatía, curación espiritual y meditaciones profundas. Su enfoque no era sólo experimental, sino una tentativa de integrar esas experiencias místicas en un marco científico riguroso. Desde sus estudios universitarios hasta sus innovadoras investigaciones, Grinberg trazó una línea inexplorada, una senda en la que ciencia y espiritualidad convergen, invitándonos a un viaje hacia lo desconocido.

El Campo Unificado: La Red Invisible de Conexión Universal

Uno de los conceptos centrales en el trabajo de Grinberg fue la idea del campo unificado, una red invisible que une todas las formas de vida y conciencia. Para él, este campo permitía a las personas experimentar una realidad más amplia y profunda, trascendiendo las barreras de la percepción racional. Grinberg creía que al «sintonizarnos» con esta red, podríamos acceder a un nivel superior de conciencia. Experimentos con grupos de meditación reflejaron que los participantes podían experimentar sincronicidades, intuiciones profundas y sanaciones inexplicables, sugiriendo que nuestra mente está mucho más conectada con el entorno de lo que habitualmente se acepta.

PUBLICIDAD
----------

La Telepatía: La Comunicación Más Allá de las Palabras

La comunicación, según Grinberg, no se limitaba a las palabras. Investigaciones sobre la telepatía sugirieron que las emociones y pensamientos pueden transmitirse sin necesidad de lenguaje. Al realizar experimentos en los que se registraban conexiones entre mentes distantes, Grinberg defendía que todos poseemos esta capacidad en distintos grados. Su idea era que, si desarrolláramos nuestra intuición, podríamos relacionarnos más profundamente con otros, creando conexiones que no dependieran únicamente de la comunicación verbal, sino de un lenguaje interior más sutil y auténtico.

La Curación Espiritual y la Ciencia de la Intención

El poder de la intención en la sanación fue otro de los temas recurrentes en su obra. Grinberg observó cómo la visualización y la intención dirigida podían influir en la salud, no sólo mental, sino también física. Argumentaba que nuestra mente puede ser un instrumento de curación cuando se orienta en armonía con el universo. Esta visión desafiaba el enfoque mecanicista de la medicina tradicional, planteando que la salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un equilibrio integral que involucra tanto el cuerpo como la mente y el espíritu.

PUBLICIDAD
----------

Meditación y Despertar de la Conciencia

Para Grinberg, la meditación era una práctica esencial para acceder a estados elevados de conciencia y conexión con el campo unificado. Mediante experimentos que demostraban cambios en la actividad cerebral durante la meditación, Grinberg validó científicamente los efectos profundos de esta práctica, que promovía no sólo bienestar, sino una claridad y paz internas que llevaban a los individuos a una comprensión más profunda de sí mismos y del mundo que los rodea.

Ciencia y Espiritualidad: Una Relación Simbiótica

La propuesta más radical de Grinberg era que la ciencia y la espiritualidad no sólo pueden coexistir, sino que son aspectos complementarios de una misma realidad. Esta idea invita a replantear nuestra visión del conocimiento y a adoptar una perspectiva más amplia que permita entender fenómenos aparentemente irreconciliables como partes de un todo unificado. La ciencia podría explorar y validar experiencias espirituales, mientras que la espiritualidad ofrecería a la ciencia una profundidad humana y ética que muchos sienten ausente en la tecnología moderna.

PUBLICIDAD
----------

Conclusión: Un Llamado a la Reflexión y al Despertar

El legado de Jacobo Grinberg va más allá de sus teorías y experimentos; es un llamado a explorar las posibilidades infinitas de la conciencia humana y a redescubrir nuestro lugar en el universo. Nos recuerda que, al final, todos formamos parte de una red interconectada y que nuestra comprensión del mundo sólo será completa cuando integremos tanto la ciencia como la espiritualidad en nuestro camino hacia el conocimiento.

¿Te has preguntado hasta dónde podría llegar tu mente si abrieras la puerta a esta realidad interconectada?

Si este contenido te ha inspirado, te invitamos a ver el video completo sobre Jacobo Grinberg y su trabajo revolucionario. Además, suscríbete a nuestra web para que puedas apoyar nuestro esfuerzo y ayudarnos a mantener esta plataforma, asegurando que podamos seguir ofreciendo contenido de calidad que inspire y provoque la reflexión. ¡Tu apoyo es fundamental en este viaje!

PUBLICIDAD
----------

INFORMES RELACIONADOS

Esto le paso a JACOBO GRINBERG.

Introducción

El 8 de diciembre de 1994, el neurocientífico mexicano Jacobo Grinberg desapareció sin dejar rastro. Su nombre, poco conocido por las masas pero profundamente influyente en ciertos círculos académicos y esotéricos, se convirtió en sinónimo de misterio. Grinberg no era un investigador cualquiera. Era un pionero en el estudio de la conciencia, un hombre que se atrevió a cruzar la frontera entre la ciencia y lo inefable. A tres décadas de su desaparición, la pregunta sigue resonando con fuerza: ¿Qué ocurrió realmente con Jacobo Grinberg?

Hoy, gracias al uso de herramientas de inteligencia artificial, se reconstruyen datos, se conectan patrones y se desentrañan nuevas hipótesis que podrían acercarnos más que nunca a la verdad. Lo que revelamos a continuación no es una teoría sin fundamento, sino una narración basada en lógica, estadística, y documentación clasificada. Este es el retrato más completo hasta ahora de lo que, con un altísimo grado de certeza, le ocurrió a Jacobo Grinberg.

El científico que desafiaba la realidad

Jacobo Grinberg-Zylberbaum era neurofisiólogo, doctorado en psicología por la UNAM y en fisiología cerebral por la Universidad de Colorado. Su carrera comenzó en los laboratorios, pero su mente lo llevó más allá. Su teoría sintérgica proponía que la percepción no es pasiva, sino que el cerebro distorsiona activamente la realidad al interactuar con una estructura energética del espacio, a la que llamó “la latiz”. Un modelo radical que intentaba unificar ciencia y espiritualidad.

PUBLICIDAD
----------
PUBLICIDAD
----------

Lejos de las élites académicas tradicionales, Grinberg colaboró con chamanes, documentó fenómenos inexplicables y desarrolló experimentos para comprobar la telepatía y el entrelazamiento mental a distancia. Uno de estos experimentos, previsto para realizarse con un colega en la India, estaba programado para diciembre de 1994. Nunca llegó a realizarse. Esa fue la semana en la que Jacobo desapareció para siempre.

Una llamada que lo cambió todo

La noche anterior a su desaparición, Jacobo recibió una misteriosa llamada telefónica. El interlocutor decía representar al Instituto de Ciencias Noéticas, una organización real dedicada al estudio de la conciencia. Le ofrecieron financiamiento para su proyecto a cambio de una reunión confidencial.

Lo que Jacobo desconocía era que esa llamada no provenía de científicos genuinos, sino de un intermediario con vínculos a agencias de inteligencia estadounidenses. Grinberg acudió a la reunión. Fue recibido por tres hombres: dos estadounidenses y un mexicano, todos vestidos de traje. Le hablaron de física cuántica, potencial mental, y de replicar sus experimentos en condiciones óptimas. Aceptó colaborar, pero puso una condición: nada debía ser usado con fines militares ni de control. Esa línea, sin embargo, ya había sido cruzada.

PUBLICIDAD
----------

Fue confinado en una cápsula de aislamiento sensorial. Sin luz, sin sonido, sin tiempo. Privación del sueño, fármacos experimentales, estimulación cerebral dirigida. El objetivo: inducir una ruptura perceptual, forzar el “colapso sintérgico” que él mismo describía en sus textos. Querían cruzar el velo de la conciencia usando su mente como llave.

El momento del salto

Y ocurrió. Durante una de las últimas sesiones, los registros mostraron algo inaudito: en los últimos tres segundos, su actividad cerebral se disparó a niveles jamás documentados. Luego, silencio. Ni pulso cerebral, ni respuesta motora, pero su corazón seguía latiendo. Estaba vivo, pero ausente. Como si alguien hubiera apagado el sistema desde adentro.

Los científicos entraron en pánico. No había protocolo para eso. Su cuerpo estaba intacto, pero su conciencia ya no respondía. Lo declararon “falla biológica sin causa identificable” y cerraron el expediente. Pero lo que ocurrió en esa cápsula no fue muerte clínica. Fue un fenómeno aún no comprendido por la ciencia moderna.

Ecos de una verdad incómoda

Años más tarde, en 2017, documentos desclasificados de la CIA revelaron que Grinberg había sido considerado colaborador potencial en estudios de visión remota. Su nombre figuraba en informes internos, confirmando que su obra era seguida de cerca por agencias de inteligencia.

Lo intentaron quebrar. Lo encerraron. Le ofrecieron una vida de comodidades a cambio de su alma. Pero Jacobo eligió desaparecer antes que traicionar el propósito de su obra.

Hoy, muchos creen que su conciencia no murió. Que se transformó en vibración, en código, en presencia. Que sigue habitando el campo sintérgico que tanto estudió. No como mártir, sino como pionero de un nuevo estado del ser.

Conclusión: más allá del mito

Jacobo Grinberg representa una incómoda intersección entre ciencia, espiritualidad y poder. Su desaparición no puede ser reducida a un hecho policial. Es un símbolo de hasta dónde estamos dispuestos a llegar por el conocimiento… y de cuánto estamos dispuestos a silenciar para evitar que ese conocimiento libere a otros.

Quizás Jacobo no murió. Quizás, simplemente, traspasó el umbral. Y ahora nos observa desde ese lugar donde la mente deja de percibir lo visible… y empieza a crear lo imposible.

PUBLICIDAD
----------

VER EL VIDEO INFORME

PUBLICIDAD
----------

Únite a Nuestro Grupo & Canal de Telegram

Únete para estar en contacto permanente y ademas aportarnos datos, videos, articulos, información, etc y tambien
TELEGRAM

GALERÍA DE ARTÍCULOS

----------
----------

CON.GRACIAS POR APOYAR
NUESTRO TRABAJO

PUBLICIDAD
----------

MUCHAS GRACIAS POR RESERVAR SU ENTRADA

EN BREVE NOS PONDREMOS EN CONTACTO PARA REALIZAR EL PAGO FINAL Y ASÍ PODER RECIBIR EL TICKET DE ENTRADA.