17/08/2025 4:02 PM
PUBLICIDAD
----------

Ver a realidad nos mataría.

La gran ilusión: tu vida como un decreto del Astral.
----------
----------

La gran ilusión: tu vida como una simulación

Lo que ves, sientes, escuchas y crees podría no ser real. Así lo asegura Donald Hoffman, renombrado científico cognitivo que sostiene, con respaldo en matemáticas y evolución, que lo que llamamos «realidad» es una interfaz adaptativa. Como un personaje en un videojuego que cree que el mundo que habita es auténtico, tú también podrías estar inmerso en una simulación cuidadosamente diseñada para mantenerte con vida, no para revelarte la verdad.

Según Hoffman, si percibiéramos el mundo tal como realmente es, nuestra mente colapsaría. No evolucionamos para conocer la verdad, sino para sobrevivir. La conciencia, entonces, no es un subproducto del cerebro, sino la base misma del universo. Y todo lo que llamas «realidad» no es más que un código representado en la pantalla de tu percepción.

Percepción vs. realidad: el visor que nunca te quitas

La evolución no premia a quien ve con exactitud, sino a quien ve lo que necesita para sobrevivir. Desde este ángulo, nuestra percepción es una herramienta de eficiencia, no de precisión. El ejemplo del escarabajo joya, que intentó aparearse con botellas de cerveza creyendo que eran hembras, ilustra cómo la ilusión puede imponerse a la realidad.

Tú también actúas según estímulos que no representan el mundo como es, sino como tu cerebro considera útil. Tus emociones, ideas, deseos y miedos pueden estar basados en espejismos neurológicos. Esta constatación no es solo filosófica; tiene consecuencias directas sobre tu salud mental y tu desarrollo espiritual.

PUBLICIDAD
----------

El espacio-tiempo: ¿la interfaz gráfica del universo?

Hoffman afirma que lo que consideramos tiempo y espacio es simplemente una interfaz. Como los íconos en una pantalla de computadora, que no son el programa sino representaciones funcionales, la materia y el entorno físico son solo códigos visibles. Incluso el cerebro, visto en una resonancia, es solo un icono. No eres un cuerpo que tiene conciencia; eres conciencia que proyecta un cuerpo cuando lo necesita.

Lo revolucionario aquí es que la física cuántica respalda esta visión. El espacio-tiempo deja de tener sentido a nivel microscópico. Las reglas se diluyen. Y lo que queda, según Hoffman, es una red de «agentes conscientes» interactuando fuera del espacio y del tiempo.

Simulaciones y muerte: la verdad como amenaza evolutiva

Hoffman y su equipo realizaron simulaciones digitales donde los avatares que percibían la «verdad sin filtros» morían. Solo sobrevivían aquellos que veían versiones simplificadas. Ver demasiado no es solo innecesario; es letal. La complejidad abruma, la duda paraliza. Por eso, ver el mundo como realmente es no fue favorecido por la evolución.

Esto pone en duda el dogma de que más conocimiento equivale a mejores decisiones. Al contrario, saber demasiado puede ser contraproducente. En un universo hostil, la rapidez prima sobre la verdad.

PUBLICIDAD
----------

Chamanes, místicos y el precio de ver más allá

Durante milenios, sabios y místicos han accedido —voluntaria o accidentalmente— a capas más profundas de la realidad. Pero muchos no pudieron regresar igual. Estados alterados, experiencias cercanas a la muerte y prácticas espirituales pueden rasgar el velo, pero a un costo. Ver la realidad sin filtro puede desestabilizar profundamente al observador.

Esto conecta con tradiciones como el budismo, la cábala o el gnosticismo, que desde tiempos remotos han advertido: lo visible es ilusión, lo invisible es la verdad. El «maya» hindú, las sombras de la caverna de Platón, o la idea de que el cuerpo es solo un vehículo, apuntan al mismo mensaje: lo que ves no es todo lo que hay.

Tú eres el programador, no el programa

La revelación más poderosa del pensamiento de Hoffman es que tú no estás atrapado en una simulación: tú la estás creando. No eres el personaje, eres el autor. La conciencia no surge del cerebro; es el fundamento de todo. Todo lo que experimentas ocurre dentro de tu campo consciente.

Eso significa que puedes reescribir el código. Meditar es como hackear la interfaz. Cambiar tus creencias es reprogramar la experiencia. Cada emoción, cada recuerdo, cada trauma son líneas de código modificables. No estás destinado a repetir patrones. Puedes elegir otro juego.

 

PUBLICIDAD
----------

El amor como reconocimiento de la unidad

Si todos los seres son expresiones de una misma conciencia infinita, entonces el otro no es otro: es otra versión de ti. La separación es parte del juego, no de la esencia. Comprender esto transforma el odio en compasión, la comparación en unidad.

En este modelo, el amor no es una emoción romántica, sino el lenguaje natural de la conciencia cuando se reconoce en el otro. La muerte no es un fin, es quitarse el visor y elegir uno nuevo. Nada muere realmente. Todo se transforma en un ciclo eterno de experiencia.

¿Estás listo para recordar quién eres?

El olvido de nuestra verdadera naturaleza es la raíz del sufrimiento. Vivimos convencidos de que somos un nombre, un rol social, una biografía. Pero en el silencio profundo, más allá del pensamiento, habita la verdad. No necesitas convertirte en algo más. Solo necesitas dejar de identificarte con lo que no eres.

Hoffman no es un gurú. Es un científico con datos, simulaciones y fórmulas que confirman lo que los antiguos sabían: tú no eres parte del universo. Tú eres el universo experimentándose a sí mismo.

Conclusión: el salto cuántico de la conciencia

La idea de que vivimos en una simulación no es solo una provocación filosófica. Es un llamado urgente a revisar nuestras certezas. Si lo que percibes no es la realidad, entonces tu libertad comienza cuando decides mirar más allá del velo. No para encontrar una nueva creencia, sino para descubrir el vacío fértil donde todo es posible.

Aceptar esta verdad puede ser aterrador, pero también liberador. La ilusión protege, pero también limita. Y en lo profundo de cada ser humano existe una llama que quiere recordar. Recordar que eres más que este cuerpo, este rol, esta historia. Eres el origen, el observador, el creador. Y estás aquí para recordar que todo empieza dentro.

PUBLICIDAD
----------

INFORMES RELACIONADOS

Cuando Empiezas a COMUNICARTE Así, ¡Se Hace REALIDAD! // JACOBO GRINBERG

¿Qué sucede cuando ciencia y espiritualidad dejan de ser opuestos y, en cambio, se entrelazan en un enigma aún más profundo? Jacobo Grinberg, un neurofisiólogo y psicólogo mexicano nacido en 1946, dedicó su vida a esta cuestión, transformándose en un pionero que se atrevió a desafiar las normas establecidas de la ciencia y el conocimiento convencional.

Su investigación nos lleva a las profundidades de la mente y la conciencia humana, en una búsqueda por descubrir hasta qué punto estamos conectados con el universo y entre nosotros.

Desde sus primeros años, Grinberg exploró ideas que pocos científicos se atrevían a abordar: telepatía, curación espiritual y meditaciones profundas. Su enfoque no era sólo experimental, sino una tentativa de integrar esas experiencias místicas en un marco científico riguroso. Desde sus estudios universitarios hasta sus innovadoras investigaciones, Grinberg trazó una línea inexplorada, una senda en la que ciencia y espiritualidad convergen, invitándonos a un viaje hacia lo desconocido.

El Campo Unificado: La Red Invisible de Conexión Universal

Uno de los conceptos centrales en el trabajo de Grinberg fue la idea del campo unificado, una red invisible que une todas las formas de vida y conciencia. Para él, este campo permitía a las personas experimentar una realidad más amplia y profunda, trascendiendo las barreras de la percepción racional. Grinberg creía que al «sintonizarnos» con esta red, podríamos acceder a un nivel superior de conciencia. Experimentos con grupos de meditación reflejaron que los participantes podían experimentar sincronicidades, intuiciones profundas y sanaciones inexplicables, sugiriendo que nuestra mente está mucho más conectada con el entorno de lo que habitualmente se acepta.

PUBLICIDAD
----------

La Telepatía: La Comunicación Más Allá de las Palabras

La comunicación, según Grinberg, no se limitaba a las palabras. Investigaciones sobre la telepatía sugirieron que las emociones y pensamientos pueden transmitirse sin necesidad de lenguaje. Al realizar experimentos en los que se registraban conexiones entre mentes distantes, Grinberg defendía que todos poseemos esta capacidad en distintos grados. Su idea era que, si desarrolláramos nuestra intuición, podríamos relacionarnos más profundamente con otros, creando conexiones que no dependieran únicamente de la comunicación verbal, sino de un lenguaje interior más sutil y auténtico.

La Curación Espiritual y la Ciencia de la Intención

El poder de la intención en la sanación fue otro de los temas recurrentes en su obra. Grinberg observó cómo la visualización y la intención dirigida podían influir en la salud, no sólo mental, sino también física. Argumentaba que nuestra mente puede ser un instrumento de curación cuando se orienta en armonía con el universo. Esta visión desafiaba el enfoque mecanicista de la medicina tradicional, planteando que la salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un equilibrio integral que involucra tanto el cuerpo como la mente y el espíritu.

PUBLICIDAD
----------

Meditación y Despertar de la Conciencia

Para Grinberg, la meditación era una práctica esencial para acceder a estados elevados de conciencia y conexión con el campo unificado. Mediante experimentos que demostraban cambios en la actividad cerebral durante la meditación, Grinberg validó científicamente los efectos profundos de esta práctica, que promovía no sólo bienestar, sino una claridad y paz internas que llevaban a los individuos a una comprensión más profunda de sí mismos y del mundo que los rodea.

Ciencia y Espiritualidad: Una Relación Simbiótica

La propuesta más radical de Grinberg era que la ciencia y la espiritualidad no sólo pueden coexistir, sino que son aspectos complementarios de una misma realidad. Esta idea invita a replantear nuestra visión del conocimiento y a adoptar una perspectiva más amplia que permita entender fenómenos aparentemente irreconciliables como partes de un todo unificado. La ciencia podría explorar y validar experiencias espirituales, mientras que la espiritualidad ofrecería a la ciencia una profundidad humana y ética que muchos sienten ausente en la tecnología moderna.

PUBLICIDAD
----------

Conclusión: Un Llamado a la Reflexión y al Despertar

El legado de Jacobo Grinberg va más allá de sus teorías y experimentos; es un llamado a explorar las posibilidades infinitas de la conciencia humana y a redescubrir nuestro lugar en el universo. Nos recuerda que, al final, todos formamos parte de una red interconectada y que nuestra comprensión del mundo sólo será completa cuando integremos tanto la ciencia como la espiritualidad en nuestro camino hacia el conocimiento.

¿Te has preguntado hasta dónde podría llegar tu mente si abrieras la puerta a esta realidad interconectada?

Si este contenido te ha inspirado, te invitamos a ver el video completo sobre Jacobo Grinberg y su trabajo revolucionario. Además, suscríbete a nuestra web para que puedas apoyar nuestro esfuerzo y ayudarnos a mantener esta plataforma, asegurando que podamos seguir ofreciendo contenido de calidad que inspire y provoque la reflexión. ¡Tu apoyo es fundamental en este viaje!

PUBLICIDAD
----------

INFORMES RELACIONADOS

Esto le paso a JACOBO GRINBERG.

Introducción

El 8 de diciembre de 1994, el neurocientífico mexicano Jacobo Grinberg desapareció sin dejar rastro. Su nombre, poco conocido por las masas pero profundamente influyente en ciertos círculos académicos y esotéricos, se convirtió en sinónimo de misterio. Grinberg no era un investigador cualquiera. Era un pionero en el estudio de la conciencia, un hombre que se atrevió a cruzar la frontera entre la ciencia y lo inefable. A tres décadas de su desaparición, la pregunta sigue resonando con fuerza: ¿Qué ocurrió realmente con Jacobo Grinberg?

Hoy, gracias al uso de herramientas de inteligencia artificial, se reconstruyen datos, se conectan patrones y se desentrañan nuevas hipótesis que podrían acercarnos más que nunca a la verdad. Lo que revelamos a continuación no es una teoría sin fundamento, sino una narración basada en lógica, estadística, y documentación clasificada. Este es el retrato más completo hasta ahora de lo que, con un altísimo grado de certeza, le ocurrió a Jacobo Grinberg.

El científico que desafiaba la realidad

Jacobo Grinberg-Zylberbaum era neurofisiólogo, doctorado en psicología por la UNAM y en fisiología cerebral por la Universidad de Colorado. Su carrera comenzó en los laboratorios, pero su mente lo llevó más allá. Su teoría sintérgica proponía que la percepción no es pasiva, sino que el cerebro distorsiona activamente la realidad al interactuar con una estructura energética del espacio, a la que llamó “la latiz”. Un modelo radical que intentaba unificar ciencia y espiritualidad.

PUBLICIDAD
----------
PUBLICIDAD
----------

Lejos de las élites académicas tradicionales, Grinberg colaboró con chamanes, documentó fenómenos inexplicables y desarrolló experimentos para comprobar la telepatía y el entrelazamiento mental a distancia. Uno de estos experimentos, previsto para realizarse con un colega en la India, estaba programado para diciembre de 1994. Nunca llegó a realizarse. Esa fue la semana en la que Jacobo desapareció para siempre.

Una llamada que lo cambió todo

La noche anterior a su desaparición, Jacobo recibió una misteriosa llamada telefónica. El interlocutor decía representar al Instituto de Ciencias Noéticas, una organización real dedicada al estudio de la conciencia. Le ofrecieron financiamiento para su proyecto a cambio de una reunión confidencial.

Lo que Jacobo desconocía era que esa llamada no provenía de científicos genuinos, sino de un intermediario con vínculos a agencias de inteligencia estadounidenses. Grinberg acudió a la reunión. Fue recibido por tres hombres: dos estadounidenses y un mexicano, todos vestidos de traje. Le hablaron de física cuántica, potencial mental, y de replicar sus experimentos en condiciones óptimas. Aceptó colaborar, pero puso una condición: nada debía ser usado con fines militares ni de control. Esa línea, sin embargo, ya había sido cruzada.

PUBLICIDAD
----------

Fue confinado en una cápsula de aislamiento sensorial. Sin luz, sin sonido, sin tiempo. Privación del sueño, fármacos experimentales, estimulación cerebral dirigida. El objetivo: inducir una ruptura perceptual, forzar el “colapso sintérgico” que él mismo describía en sus textos. Querían cruzar el velo de la conciencia usando su mente como llave.

El momento del salto

Y ocurrió. Durante una de las últimas sesiones, los registros mostraron algo inaudito: en los últimos tres segundos, su actividad cerebral se disparó a niveles jamás documentados. Luego, silencio. Ni pulso cerebral, ni respuesta motora, pero su corazón seguía latiendo. Estaba vivo, pero ausente. Como si alguien hubiera apagado el sistema desde adentro.

Los científicos entraron en pánico. No había protocolo para eso. Su cuerpo estaba intacto, pero su conciencia ya no respondía. Lo declararon “falla biológica sin causa identificable” y cerraron el expediente. Pero lo que ocurrió en esa cápsula no fue muerte clínica. Fue un fenómeno aún no comprendido por la ciencia moderna.

Ecos de una verdad incómoda

Años más tarde, en 2017, documentos desclasificados de la CIA revelaron que Grinberg había sido considerado colaborador potencial en estudios de visión remota. Su nombre figuraba en informes internos, confirmando que su obra era seguida de cerca por agencias de inteligencia.

Lo intentaron quebrar. Lo encerraron. Le ofrecieron una vida de comodidades a cambio de su alma. Pero Jacobo eligió desaparecer antes que traicionar el propósito de su obra.

Hoy, muchos creen que su conciencia no murió. Que se transformó en vibración, en código, en presencia. Que sigue habitando el campo sintérgico que tanto estudió. No como mártir, sino como pionero de un nuevo estado del ser.

Conclusión: más allá del mito

Jacobo Grinberg representa una incómoda intersección entre ciencia, espiritualidad y poder. Su desaparición no puede ser reducida a un hecho policial. Es un símbolo de hasta dónde estamos dispuestos a llegar por el conocimiento… y de cuánto estamos dispuestos a silenciar para evitar que ese conocimiento libere a otros.

Quizás Jacobo no murió. Quizás, simplemente, traspasó el umbral. Y ahora nos observa desde ese lugar donde la mente deja de percibir lo visible… y empieza a crear lo imposible.

PUBLICIDAD
----------

VER EL VIDEO INFORME

PUBLICIDAD
----------

Únite a Nuestro Grupo & Canal de Telegram

Únete para estar en contacto permanente y ademas aportarnos datos, videos, articulos, información, etc y tambien
TELEGRAM

GALERÍA DE ARTÍCULOS

----------
----------

CON.GRACIAS POR APOYAR
NUESTRO TRABAJO

PUBLICIDAD
----------

MUCHAS GRACIAS POR RESERVAR SU ENTRADA

EN BREVE NOS PONDREMOS EN CONTACTO PARA REALIZAR EL PAGO FINAL Y ASÍ PODER RECIBIR EL TICKET DE ENTRADA.